Estados Unidos .- Científicos pretenden que los pasajeros al abordar el avión puedan subir agua o jugos. Investigadores del Laboratorio Nacional de Los Álamos, en Nuevo México, trabajan en el perfeccionamiento de un escáner que podría eliminar la obligación actual que tienen los viajeros aéreos de desechar los líquidos que portan cuando pasan por los retenes de seguridad de los aeropuertos.
Un equipo del laboratorio ha combinado las tecnologías de resonancia magnética con la de los rayos X de baja potencia para distinguir mejor entre líquidos inofensivos y aquellos que podrían ser utilizados para crear explosivos.
El objetivo del nuevo escáner es detectar qué líquido contiene una botella sin abrir, según informó el diario The Santa Fe New Mexican.
La física Michelle Espy lidera el equipo que ha desarrollado un prototipo de dispositivo al que han llamado MagRay.
El trabajo del equipo podría hacer posible algún día que los viajeros dejen de verse obligados a limitar la cantidad de líquidos, geles o aerosoles en su equipaje de mano, como los de aseo personal, a botellas de 3 onzas (90 gramos) cada uno, todos metidos en una bolsa de plástico con cierre, transparente y cerrada. “Nadie quiere tener que aplicar las restricciones”, dijo Espy.
El MagRay busca ser el siguiente avance significativo de una máquina que desarrolló en 2008 un equipo del Laboratorio Nacional de Los Álamos (LANL por sus siglas en inglés), que solamente utilizaba imágenes de resonancia magnética para distinguir entre líquidos peligrosos e inocuos.
La máquina anterior del equipo del LANL, llamada MagViz, ya era bastante eficaz para determinar si había líquidos peligrosos escondidos en una lata de refresco o en una botella de champú, por ejemplo. Ahora, señaló Espy, “MagRay es esencialmente MagViz más rayos X. MagViz era extremadamente bueno en ciertos tipos de líquidos, pero tenía problemas con algunos, como las mezclas complejas”.
Un equipo del laboratorio ha combinado las tecnologías de resonancia magnética con la de los rayos X de baja potencia para distinguir mejor entre líquidos inofensivos y aquellos que podrían ser utilizados para crear explosivos.
El objetivo del nuevo escáner es detectar qué líquido contiene una botella sin abrir, según informó el diario The Santa Fe New Mexican.
La física Michelle Espy lidera el equipo que ha desarrollado un prototipo de dispositivo al que han llamado MagRay.
El trabajo del equipo podría hacer posible algún día que los viajeros dejen de verse obligados a limitar la cantidad de líquidos, geles o aerosoles en su equipaje de mano, como los de aseo personal, a botellas de 3 onzas (90 gramos) cada uno, todos metidos en una bolsa de plástico con cierre, transparente y cerrada. “Nadie quiere tener que aplicar las restricciones”, dijo Espy.
El MagRay busca ser el siguiente avance significativo de una máquina que desarrolló en 2008 un equipo del Laboratorio Nacional de Los Álamos (LANL por sus siglas en inglés), que solamente utilizaba imágenes de resonancia magnética para distinguir entre líquidos peligrosos e inocuos.
La máquina anterior del equipo del LANL, llamada MagViz, ya era bastante eficaz para determinar si había líquidos peligrosos escondidos en una lata de refresco o en una botella de champú, por ejemplo. Ahora, señaló Espy, “MagRay es esencialmente MagViz más rayos X. MagViz era extremadamente bueno en ciertos tipos de líquidos, pero tenía problemas con algunos, como las mezclas complejas”.
Fuente: Informador.com.mx
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